Inicios de Bulnes
Interesantes y curiosos son los orígenes y los primeros años de existencia de la Villa de Larqui que más tarde tomaría por nombre ciudad de Bulnes. Varios fueron los motivos que obedecieron el establecimiento de la capilla junto a la ribera del Río Larqui, que más tarde tomaría el nombre de Caserío de Larqui. Considerando la Piedad del Rey, que la dispersión de los habitantes en actos de campaña y la excesiva distancia de sus Iglesias Parroquiales distanciaba de gran manera la instrucción cristiana que necesitaban.
Resolvió por Real Cédula el 7 de Septiembre de 1782, que se edificarían capillas en las distancias que se juzguen proporcionadas para suplir la excesiva distancia de la Parroquia principal y que destinando a ellas un teniente cura, puedan aquellos feligreses lograr la instrucción cristiana y fácil administración de los sacramentos y tal vez edificando sus casas próximas a la Iglesia los que tengan sus tierras en sus contornos, se de principio a algunas aldeas que lleguen a ser Villas.
En 1788 el Obispado de Concepción crea, en forma provisoria, la Capilla de Larqui a orillas del Río del mismo nombre y su primer Párroco fue el Teniente Cura Fray Francisco Tadeo Sepúlveda, cuya principal misión fue entregar una mejor atención espiritual a la población del sector. Luego el Gobernador de Chile, Gabriel Aviles y del Fierro, en sus materias piadosas y espirituales vio la necesidad de crear en el Obispado de Concepción 20 capillas y dio inicio a dos, la ya creada Capilla de Larqui y la de Gallipavo en 1796 en Chillán.
Efectivamente se fue formando un cristiano caserío y paso a paso se fueron levantando casas de barro y paja. Fue tanta la importancia que logro la capilla que pronto alcanzó la categoría de vice-parroquia, lo que le aseguraba su existencia y protección.
La batalla de Coltón
A principios de Abril de 1796, efectuaron los Araucanos sus acostumbradas incursiones, se vinieron hacía el llano siguiendo la corriente del Río Diguillin, hasta su confluencia con el Río Itata, desde ese punto enderezaron hacía el norte, para luego tomar el Río Larqui para dejarse caer sobre el indefenso caserío y sus confiados moradores. Por fortuna la guarnición de Chillán fue avisada a tiempo del peligro que cernía sobre el caserío, un destacamento de fuerzas de caballería fue enviado apresuradamente al lugar del peligro, cuando las fuerzas araucanas comandadas por el Cacique Loncoman se dejaron caer sobre la población que ellos creían indefensos, fueron recibidos por las fuerzas chillanejas que le hicieron frente y los obligaron a retroceder tras un reñido combate de varias horas que fue conocido como Batalla de Coltón, ya que se realizó a orillas del Estero del mismo nombre.
El Señor de Larqui
En la segunda arremetida Araucana, a mediados de Abril de 1796, estos sufrieron una nueva derrota, pero esta vez el Toqui Loncoman antes de retirarse raptó la hija de un matrimonio indígena, para regalársela a su primogénito. La joven llamada Rayencaven (flor de espino), contaba con unos dieciocho años, era efectivamente muy bella y era legítima representante de la raza Araucana. Como sus padres, ella había sido bautizada y era cristiana, los tres habían vivido al amparo de los Conquistadores, apenados por la tremenda desgracia, rezaban todas las tardes pidiéndole a Dios que les devolviera a su hija. A fines de Abril de 1796 estaban realizando sus labores diarias, él estaba cortando un tronco de espino, cuando de pronto saltó un extraño pedazo del centro, lo tomó y lo observó detenidamente, luego dio una exclamación de asombro y lo soltó. El trozo de madera tenía la imagen de Cristo crucificado, llamó a su mujer y ambos se arrodillaron y veneraron la imagen, estaban orando cuando sintieron unos gritos en el oriente, levantaron la cabeza y les pareció ver una ilusión, pero era la realidad, hacia ellos venía la hija querida y esperada, quien había escapado de sus captores. Sin demora emprendieron el regreso al caserío; asombro y alegría causaron los referidos echos a los tranquilos habitantes, y varios dieron estos echos como un milagro. Los misioneros colocaron la imagen en un lugar especial de la capilla, luego comenzó a ser venerada por el caserío y personas que oían de los testimonios milagrosos de la imagen, la Capilla tomó el nombre de Capilla del Señor de Larqui. El 18 de diciembre de 1797 visitó la Capilla el ilustrísimo Tomás Felix de Roa y Alarcón, prelado de la Arquidiócesis de Concepción cuenta lo siguiente: “Se prosiguió la marcha para la ciudad de Chillán a las 5 de la madrugada a 3 leguas de camino y muy inmediata a la que lleváramos se haya situada la Capilla denominada del Señor de Larqui, esta es una imagen milagrosa de Cristo crucificado, encontrada en el corazón de un espino, tradición se venera en ella. Aquí se apeó su señoría ilustrísima y su comitiva, tanto para venerarla y hacer un rato de oración, como para visitar y examinar este santuario que se haya enteramente ruinoso y poder dar más providencias acerca de sus reparos o más bien para su reedificación. Después de permanecer un par de horas, se continúo el viaje a dicha ciudad distante como a 4 leguas de camino”. El Gobernador de Chile, Gabriel Aviles y del Fierro, el 3 de mayo de 1798 le otorga la calidad de Villa al Caserío en forma provisoria, con el nombre Villa de la Santa Cruz de Larqui, con previa consulta al Rey de España a quien le correspondía hacer el nombramiento que nunca llegó por los echos ocurridos en España.
El Terremoto de 1835, traslado y cambio de nombre de la Villa
Comentado en su época fue el terremoto del 20 de febrero de 1835, que abarcó toda la zona central y arrasó con la Villa en tal forma que todos optaron por trasladarse a un sitio más distante, que coinciden más o menos, con el lugar que ocupa hoy la ciudad de Bulnes.
La nueva población conservó el nombre de la Villa de la Santa Cruz de Larqui, la ubicación que eligieron fue un hermoso llano a 83 metros de altitud y de dilatado horizonte, donde existió la Capilla de Gallipavo. Alejándose del Río Larqui y acercándose a los márgenes del Estero Gallipavo, el trazado de las calles las realizó un alarife por expresa petición del Cura, los sitios se vendieron entre 6 y 7 reales los cuales iban a los libros de fabrica de la Iglesia.
Se consiguió un terreno especial para levantar el Hospital de la población y para el cementerio se reservó por supuesto un sitio alejado, que fue administrado por la Iglesia hasta 1890. En 1839 tuvo otro cambio la Villa ya que los vecinos solicitaron el día 24 de Abril de 1839 al Intendente de Concepción Francisco Bulnes Prieto cambiar el nombre, es así como el 9 de octubre de 1839 se le otorga por Decreto del Gobierno Nacional el Título de Villa, en forma oficial con el nombre de Villa de la Santa Cruz de Bulnes, en honor del General Manuel Bulnes Prieto, reciente vencedor de la Primera Guerra contra la confederación Perú – Boliviana y que más tarde sería Presidente de Chile.
El Desarrollo Economico de la Villa
La pequeñez del mercado ponía en serias limitaciones la productividad agrícola en el siglo XIX, por entonces sólo se exportaba algo de trigo al Perú desde la hacienda más cercada a los puertos de embarque.
La Villa de Bulnes rica en agricultura aumentó la producción de trigo, se introdujeron nuevas cepas de viñedos, nuevos cultivos y nuevas razas de ganados, se invirtió en obras de regadío. Los hacendados tuvieron que disponer también de una mayor fuerza de trabajo, se introdujo el salario en dinero para atraerlos ante la creciente demanda de mano de obra.
En la Villa vivían y llegaban respetadas familias como Rafael de la Sotta, Ignacio Urrutia Carvajal, Manuel Palacios, José Miguel Ureta, Carlos y Víctor Alamos, José Rafael Benavente, Apolinario Puga, Juan Agustin Hurtado, Ignacio Brunet, José Bernardo Paredes, Angel Bustos Ojeda, Ricardo Troncoso Fernández, José Antonio Troncoso, Placido Argomedo, Juan Segundo del Canto, Federico Puga, Domingo 2º Luco, entre otros, que le dieron el desarrollo económico que necesitaba.
En 1875 había un total de 45 molinos en la Provincia cuya producción iba al mercado local y nacional, a fines del siglo XIX existían en la Villade Bulnes 4 Molinos:
– El Molino Goldemberg de Carlos Goldemberg, comerciante de origen alemán, residente en Chillán. Compró este Molino al Banco de Valparaíso en la suma de $55.000, en 1884 ocupaba 28 trabajadores y la producción llegaba entre harina y afrecho a 22.000 qq. anuales.
– Molino El Cóndor de Ricardo Troncoso Fernández, ubicado a 2 cuadras al oriente de la Estación en calle Arturo Prat, donde trabajaban 12 trabajadores y tenía una producción de 11.000 qq anuales. Después de 117 años el Molino continúa en el mismo lugar y conserva su nombre, por supuesto con un nuevo edificio e infraestructura. En la actualidad su dueño es el doctor Demetrio Yanine Abadi.
– Molino JM Orellana ocupaba 8 trabajadores y producía 2.900 qq anuales.
– Molino R M Riquelme ocupaba 10 trabajadores con una producción de 3.800 qq anuales entre harina y afrechillo.
En cuanto a los canales de regadío, en 1873 los agricultores se surtían del Estero Gallipavo que tenía un buen caudal y de éste salían 6 canales anexos, en este tiempo destacaban los Fundos de San Javier, Coltón, Las Nieves, Santa Rosa, Buena Vista, Palpal, Patagual, Libuy, Roble, Larqui, El Faro y el Nilo. Por ejemplo, en el Fundo San Javier de Ignacio Urrutia Carvajal, tenía una producción de trigo que llegaba a 7.200 qq, además tenía una gran cantidad de maquinas agrícolas, su número llegaba a 9 entre trilladoras y secadoras, ocupaba normalmente 50 trabajadores y tenía una masa ganadera compuesta por 388 vacunos, 100 caballeres y 400 ovejunos, el número total de plantas de viña que poseía alcanzaba a 30.000, también producía papas, linaza y otros cultivos. Estos Fundos le dieron a la Villa el desarrollo económico que necesitaba, que se vio reflejado posteriormente en el comercio con la llegada de casas comerciales de gran prestigio.
Bulnes y la Guerra del Pacífico
En 1879 la inevitable Guerra se hizo presente en todas partes de Chile y la Villa de Bulnes no quedó ajena, ya que despertó en los corazones de muchos de sus hijos el deseo de defenderla, la mayoría se presentó en el batallón movilizado Chillán y otros en otras Unidades Militares.
El Batallón Chillán partió al frente el 22 de octubre de 1879 llevando en sus filas a Pedro Aguilera, José Gutiérrez, Alejandrino Anabalón, Juan de Dios Anabalón, Estanislao Cuevas e Hipolito Gutiérrez Morales, todos nacidos en esta tierra y que participaron en las Batallas de Tacna, Chorillo y Miraflores donde demostraron valor y coraje en el campo de batalla.
Regresaron a Chile el 8 de Marzo de 1881, llegando a Chillán el día Domingo 20 de Marzo de 1881, donde los recibió una gran multitud de personas vitoreando a los vencedores.
Debemos destacar a Vital Campos Mora, Sargento del 4º Línea, que participó en la gloriosa toma y asalto al Morro de Arica; al subteniente Jovino Orellana Sepúlveda, del 3º Línea, joven oficial que se destacó por su valentía y por haber participado en las más importantes acciones de la campaña del Pacífico.
El nombre del subteniente Manuel Palacios Zapata, resalta sin duda frente a sus compañeros por varias razones, perteneció al Batallón Movilizado Colchagua y encontró la muerte en la Batalla de Chorrillos con tan solo 16 años. También debemos destacar al cabo 1º del Batallón Chillán Hipolito Gutiérrez Morales, nacido en la Hacienda de Coltón en 1844, para el conflicto bélico tenía 35 años, pero no sólo cumplió con su deber de soldado, sino que Gutiérrez escribió un manuscrito donde relataba todo lo que le había sucedido en Campaña, con una sencillez propia de su lenguaje limpio y lleno de poesía.
La mayoría de estos soldados murió en el más completo anonimato; pero la ciudad de Bulnes, encabezada por su Alcalde Jorge N. Hidalgo Oñate, en 1999 cumplió con sus hijos y les levantó una Plazoleta denominada Veteranos del 79, en cuyo centro se encuentra una piedra con el nombre de todos estos héroes, placa donada por el Instituto de Conmemoración Histórica de Chile.
Creación del Departamento de Bulnes
El sector donde se levantó la Capilla de Larqui en 1788, formó parte de la Jurisdicción de Concepción, luego con la Ley del 2 de febrero de 1848, la Villa Santa Cruz de Bulnes pasó a formar parte de Chillán.
El 23 de Noviembre de 1849, el Gobierno en un Decreto ordenó la división del Departamento de Chillán en 19 subdelegaciones y la Villa de Bulnes pasó a ser la 9ª subdelegación, contaba con 4 distritos y tenía por limites:
Norte: EL Río Larqui y el camino público que va para Laja.
Oriente: Hasta el estero de agua buena.
Sur este: Que toma más abajo el nombre Palpal.
Poniente: Itata
En 1870 Manuel Palacios, destacado agricultor, propone la creación de una nueva subdelegación, juntando parte de los distritos 3º de San Javier y 4º de Bulnes, se crearía una nueva subdelegación que llevaría por nombre Santa Clara, el Gobierno accede a esta petición.
En 1872 el Parlamentario Anibal Pinto, presentó al Congreso Nacional un Proyecto de Ley que proponía dividir el Departamento de Chillán y crear los Departamentos de Bulnes y Yungay, pero no logró lo que quería, por que no contó con el apoyo del Congreso.
Pero en el año 1884 por Ley Promulgada con fecha 14 de Enero, en el Diario Oficial, el Gobierno ordenó la división del Departamento de Chillán en 3 nuevos Departamentos Chillán, Bulnes y Yungay, los limites del Departamento de Bulnes eran:
Norte: Río Larqui y Estero Gauco
Sur: Río Diguillin
Oriente: Una línea imaginaria que se extenderá de norte a sur, entre el nacimiento del estero mencionado y el Río Diguillin.
Poniente: El Río Itata Será su capital la Villa de Bulnes y este departamento quedará dividido en 7 subdelegaciones: Bulnes, Coltón, San Ignacio, San Miguel, San Javier, Agua Buena y Santa Clara.
Villa de Bulnes: Esta compuesta de 50 manzanas, cortadas en ángulo recto por calles rectas, anchas y buena huella, con una bonita Plaza en el centro adornada de arboles, lluvia caída en un año de observación 844.2 mm.
Coltón: De corto caserío, se encuentra en la junta del riachuelo del mismo nombre, con el Río Larqui a unos 13 Km hacía N.E del Pueblo de Bulnes.
San Ignacio: Es de corto y sencillo caserío, obtuvo el título de Villa por Decreto 19 de mayo de 1871 y de ciudad por Decreto del 20 de Noviembre de 1896.
San Miguel: Aldea compuesta de 4 calles cortas, ofrece una plaza y una capilla en el centro, se encuentra entre los esteros Coltón y Peñailillo a unos 5 Km de San Ignacio.
San Javier: Hacienda de 1580 hectáreas de terreno regado y 18 hectáreas de viñedos, se encuentra a unos 12 Km hacía S.E del pueblo de Bulnes.
Agua Buena: Fundo que se encuentra a corta distancia de San Javier, al sur del pueblo de Bulnes.
Santa Clara: Fundo de 1400 hectáreas de superficie con 18 hectáreas de viñedos, ubicado a unos 10 km al sur de Bulnes.
Fuente: Historia de Bulnes, Raúl González Allende.